martes, julio 29, 2008

Sin asunto

En tus ojos se evade la tormenta
de plumas negras que levanta la muerte,

por qué habría alguien de guarecerse en otra morada
que no sean tus párpados de sombrilla?
sólo el sol puede cubrirme de aquel sol cuando se abren tus ojos.

Que si el sueño errante es estar sin ti
o si es una siesta errada no estar contigo?

es mas parecido a esos días
en los que el cielo no se cae en pedazos,
en los que los campos no arden, las manos no aprietan,
los vasos no se derraman, los ríos no tocan puerto.

En esta vida para que queremos nada?
para qué asistir al misterio hipnótico de la centella
mareados, mullidos, en la mecedora de marmol
de la nada.

que cada humano se entregue al amor
antes de que la lluvia de sombras
llegue una tarde a tocarle el hombro,

soplaré sobre la línea marina
para que la corriente del incendio
mude a su fondo los troncos caídos.

Me escabullo entre las horas de la jornada
hasta llegar a casa, que en los días de valor
es ningun lado,

bebo donde hay luz,
me tiendo donde late la hierba,
me duermo donde el aire impide que me duerma
y amo un voz cuando escucho que me ama.